15 de diciembre de 2011

Tres golpes de pecho...

Mi pecado fue llamar por la noche y decirle cosas sucias al oído,
hacerle el amor con furia ¡Dios mío! y haberle quitado la ropa,
tomar de su cabello, morderle los labios, decirle te quiero y hacernos pedazos,
aruñar su espalda, gritar su nombre, bajar lentamente su abdomen,
Santa Evangelina ¡Mi pecado fue enorme! 
Lamí sus dedos, le recorrí la espalda, sople en su oído, profané en su cama,
monté sus caderas y no pude parar, fue tanta mi herejía que le exigía aún más,
nuestros cuerpos sudaban y los deseos no cedían,
si ha de haber un culpable ¡Toda la culpa es mía!
Yo le cambiaba el rostro y sus tiernas manos finas,
le inventaba besos toscos mientras me ponía algo fría,
Así pasamos las horas mientras la madrugada seguía,
sus manos toqueteaban mi intimidad, mientras yo a la suya humedecía,
jalaba mi cabello mientras me mordía el cuello,
Dame tres aves marías, échame agua bendita,
que no olvidaré esa noche ni su figura maldita,
por mi culpa, por mi culpa... Tres golpes de pecho,
que hoy he quedado de ver ...La, confieso.